La Guardia Costera de Estados Unidos inició este lunes una extensa operación de búsqueda con ayuda de Canadá para localizar un submarino turístico que desapareció en el océano Atlántico con cinco personas a bordo para ver los restos del Titanic, el famoso trasatlántico hundido hace más de un siglo.
Las labores de rescate se centran en un área ubicada aproximadamente a 900 millas (1,450 kilómetros) del Cabo Cod de Massachusetts, donde se presume que podría encontrarse el submarino, informó en una rueda de prensa John Mauger, comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos.
El sumergible podría encontrarse tanto en la superficie como bajo del océano, a una profundidad de hasta 13,000 pies (unos 4,000 metros).
«Es un desafío realizar una búsqueda en un área tan remota, pero estamos desplegando todos los recursos disponibles para localizar el submarino y rescatar a las personas a bordo», explicó Mauger.
La empresa operadora de estos viajes en submarino, OceanGate Expeditions, reportó el domingo a las autoridades la desaparición del aparato con cinco personas a bordo, el piloto y cuatro pasajeros.
Según la propia compañía, la embarcación cuenta de suficientes provisiones para que los tripulantes puedan sobrevivir en su interior durante cuatro días.
En la operación de rescate participan equipos de Estados Unidos y Canadá, que están utilizando algunos de sus aviones más avanzados.
En particular, se han unido a la operación un avión militar de transporte Lockheed C-130 Hercules de Estados Unidos y un avión Boeing P-8 Poseidon de Canadá, capaz de detectar objetos submarinos, según informó la Guardia Costera.
El submarino desaparecido, bautizado como Titan, pertenece a OceanGate Expeditions, la cual organiza expediciones con submarinos en aguas profundas.
En su página web, la empresa ofrece viajes de 8 días y 7 noches para visitar los restos del Titanic, con un precio aproximado de 250.000 dólares.
Los restos del Titanic, que se hundió tras colisionar con un iceberg en 1912, se encuentran a una profundidad de alrededor de 3.800 metros y a una distancia de aproximadamente 640 kilómetros de la isla canadiense de Terranova.
El Titan, remolcado por el barco «Polar Prince», había partido el viernes desde San Juan de Terranova (Canadá) hacia el lugar del hundimiento del Titanic, según señalaron medios locales canadienses.
En su comunicado, OceanGate Expeditions dijo que está valorando «todas las opciones» para traer de vuelta a la tripulación: «Toda nuestra atención está en los miembros de la tripulación del submarino y en sus familias».
La compañía también expresó su agradecimiento por la «amplia asistencia» recibida de gobiernos y empresas para restablecer contacto con el submarino.
OceanGate Expeditions es la única compañía que tiene un submarino capaz de llegar al fondo del océano para ver los restos del Titanic de cerca. El submarino usado por esa empresa suele tener una tripulación de cinco personas.
Según informó la BBC, entre las personas desaparecidas podría encontrarse el explorador británico Hamish Harding.
En su página de Facebook, Harding anunció el 17 de junio que se había unido a OceanGate Expeditions para participar en una de las misiones al Titanic.
En su publicación, mencionaba las adversas condiciones climáticas que habían impedido a la empresa llevar a cabo otras expediciones similares durante este año.
«Dado que este ha sido el peor invierno en Terranova en 40 años, es probable que esta misión sea la primera y la única tripulada al Titanic en 2023», explicó Harding, quien indicó que las condiciones habían mejorado y que ahora tenían la oportunidad de iniciar la expedición.
Acompañando su entrada en Facebook, Harding compartió una fotografía en la que aparece firmando un letrero con las palabras «Expedición Titanic, Misión V», así como imágenes del submarino y uno de los barcos de OceanGate.
El actor mexicano Alan Estrada, quien el año pasado viajó al Titanic con la misma empresa, explicó en Twitter que ese submarino solo se puede abrir desde fuera por parte del personal de la compañía que espera en un barco desde la superficie.
EL NUEVO DIARIO