El enviado especial chino para la región euroasiática, Li Hui, reconoció hoy tras su reciente gira por Europa que hay “dificultades” para que Ucrania y Rusia se sienten a la mesa y empiecen conversaciones de paz.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, afirmó a su vez desde Helsinki que su país, como el conjunto de los aliados occidentales de Ucrania, trabajan para una “paz justa” y aseguró que apoyarán los esfuerzos de otros, siempre que respeten la integridad territorial ucraniana.
La idea de la paz duradera no puede centrarse, advirtió, desde la perspectiva de que Kiev ceda parte de su territorio o de que Rusia “controle una quinta parte de éste”, sino en el respeto a la Carta de las Naciones Unidas y a la “soberanía, integridad e independencia de Ucrania”.
El Kremlin, por su parte, afirmó que las declaraciones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sobre la necesidad de un pronto ingreso en la OTAN demuestran que Kiev no es capaz de resolver los asuntos en la mesa de negociaciones.
“Estas declaraciones hablan de la falta de preparación, de deseo y de capacidad del régimen de Kiev para resolver los problemas existentes en una mesa de negociación”, señaló el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Zelenski insistió ayer en una cumbre de la Comunidad Política Europea en Moldavia en un pronto ingreso en la OTAN, ya que esa es la mejor garantía para su seguridad, y aseguró que Ucrania ya “está lista” para entrar en el bloque.
El líder ucraniano aseguró que “Rusia teme a la OTAN e intenta engullir sólo a aquellos países que están fuera del espacio que defiende la Alianza Atlántica”.
El representante del Kremlin replicó que Rusia continuará tomando medidas para garantizar su seguridad, lo que excluye un mayor acercamiento de la Alianza a su fronteras.
“Eso excluye la expansión de la Alianza y su acercamiento directo a nuestras fronteras, también a través de la entrada de Ucrania”, afirmó Peskov.
Agregó que las discusiones sobre ese asunto son una fuente de “irritación” y “problemas potenciales” para largos años.
El canciller alemán, Olaf Scholz, manifestó ayer reticencias al ser preguntado por un posible ingreso de Ucrania en la OTAN al terminar la guerra y apuntó a la ausencia de conflictos fronterizos como criterio de admisión.
“Hay unos criterios claros de membresía, entre ellos que no haya conflictos fronterizos”, afirmó en una rueda de prensa al término de la cumbre de líderes de la CPE en la localidad moldava de Bulboaca.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró a su vez seguro de que la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en Lituania el 11 y 12 de julio, enviará un “mensaje claro” de “apoyo” a Ucrania y se mostró “favorable” a que haya “garantías más fuertes” y “tangibles” de seguridad para Kiev.
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