
Un dron ucraniano impactó este sábado contra una de las refinerías más grandes de Rusia, la planta de Bashneft en la región de Bashkortostan, causando un incendio y daños menores, según confirmaron autoridades rusas.
Este ataque ocurre en medio de un aumento de las tensiones bélicas y nuevas maniobras militares entre Rusia, Bielorrusia y la OTAN.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran un dron volando hacia las instalaciones antes de estrellarse y prenderse fuego, generando una densa nube de humo visible desde kilómetros a la redonda. Radiy Khabirov, jefe regional de Bashkortostan, calificó el hecho como un "ataque terrorista con drones". Además, un segundo dron fue derribado por las defensas rusas durante la acción.
A pesar del incendio, no se reportaron víctimas ni heridos, y los daños materiales fueron calificados como menores. La planta de Bashneft, ubicada en Ufa a más de 1,400 kilómetros del frente en Ucrania, produce más de 150 tipos de productos petrolíferos y es considerada una de las más importantes del país.
Desde el inicio de la guerra a gran escala en febrero de 2022, Ucrania ha intensificado ataques con drones y misiles contra infraestructuras petroleras rusas para limitar la capacidad financiera del Kremlin y elevar los precios del combustible en Rusia.
Por su parte, en una ofensiva nocturna, Rusia lanzó un misil balístico Iskander-M y 164 drones Shahed y Gerbera contra diversas regiones ucranianas. Las fuerzas de defensa de Ucrania lograron neutralizar o derribar 137 de estos drones, pero varios impactos fueron reportados en infraestructuras civiles y militares.
Este enfrentamiento aéreo refleja la escalada continua del conflicto.
Además, Rusia y Bielorrusia comenzaron las maniobras militares Západ-2025, que incluyen simulaciones con armas nucleares tácticas y misiles hipersónicos, aumentando la preocupación en la OTAN. El reciente cruce de drones rusos en el espacio aéreo polaco llevó a la alianza a reforzar la defensa en su flanco oriental.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, insistió en que «Rusia nunca ha amenazado a nadie y tampoco amenaza ahora a los países de Europa», a pesar de las tensiones y acciones militares recientes.
Escalada regional y advertencias internacionales
El ataque a la refinería Bashneft se suma a una serie de acciones cruzadas que han elevado la tensión en Europa del Este.
Esta misma semana, cerca de 50 países miembros de la ONU expresaron su preocupación por las recientes incursiones de drones rusos en el espacio aéreo de Polonia, calificando la situación como un riesgo creciente para la seguridad regional. Varsovia denunció el hecho como un «acto de agresión» y pidió respuestas claras a la OTAN.
En paralelo, las maniobras Západ-2025 entre Rusia y Bielorrusia han generado alarma en Occidente. Las simulaciones incluyen despliegues de bombarderos, misiles de defensa costera y ejercicios con armas nucleares tácticas.
Moscú afirma que se trata de ejercicios defensivos, pero la comunidad internacional los interpreta como una demostración de fuerza en un momento de alta inestabilidad.
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