
A la joven Graciela Abinader Arbaje se la conoce por manejar y tener sus propias ideas, las que expone sin cortapisas ni miramientos. Hija del presidente Luis Abinader, y de la primera dama Raquel Arbaje, expresó su desacuerdo con la forma en que se interpreta la Biblia y se practica la religión organizada en República Dominicana, señalando que el uso de la palabra de Dios sin comprensión adecuada no representa fe, sino ignorancia.
A través de un video publicado en su cuenta de TikTok, la joven compartió sus reflexiones sobre la religión y la teología.
«Yo he dejado de creer en la religión. Es que muchos de los llamados padres o personas comunes, lectores de la Biblia, la interpretan con una ignorancia que para mí se me hace demasiado frustrante. No es que yo he dejado de creer en la religión, pero más bien de la religión organizada en República Dominicana», explicó.
Graduada de una universidad católica en Estados Unidos, reconocida —según dijo— como la número uno en teología en ese país, Graciela afirmó sentirse en la obligación de señalar las deficiencias que percibe en la formación teológica de algunos líderes religiosos locales.
Indicó que la teología es el estudio de la fe combinado con el estudio de la razón. «En otra palabra, la teología es un estudio académico», precisó. «Cabe resaltar que la formación americana para convertirse en padre es objetivamente más rigurosa. Los padres tienen que tener un curso o un grado en teología y tienen que pasar por un proceso, por lo menos académicamente, más riguroso».
En el video, la joven leyó apuntes de sus clases de teología y citó la encíclica Divino Afflante Spiritu (Inspirados por el Espíritu divino), del papa Pío XII, donde se establecen principios sobre cómo debe leerse la Biblia. Dijo que este texto, considerado una referencia en el Vaticano, resalta tres verdades fundamentales:
- La Biblia debe leerse con atención a las figuras literarias, como metáforas, símiles, hipérboles o paralelismos. «Así como se interpretan los textos literarios, también se debe entender la Biblia; no todo está hecho para tomarse literalmente.
- Debe considerarse el contexto histórico. Cómo los romanos o los hebreos entendían ciertos conceptos o prácticas, y cómo eso influye en la interpretación actual de los textos bíblicos.
- Hay que atender a las verdades culturales. Comprender qué significaban determinadas acciones o costumbres en las culturas antiguas ayuda a entender el mensaje verdadero detrás de los relatos.
La encíclica Divino Afflante Spiritu, promulgada por Pío XII en 1943, marcó un cambio decisivo en el estudio católico de la Biblia. Invitó a los teólogos a usar métodos científicos y filológicos para interpretar los textos sagrados en sus lenguas originales —hebreo, arameo y griego—, atendiendo a su contexto histórico y literario.
Reafirmó que la inspiración divina no elimina la humanidad de los autores y que fe y razón pueden coexistir. Promovió la formación bíblica de los fieles y abrió la exégesis católica a la investigación moderna, sin apartarse de la doctrina ni del magisterio de la Iglesia.
Graciela concluyó su mensaje con una reflexión que ha generado amplia discusión en redes sociales: «Quien usa la palabra de Dios sin entenderla, no está predicando fe, está predicando ignorancia».
Las ideas de la joven Abinader coinciden con Peter Rollins, un reconocido teólogo norirlandés contemporáneo que adopta una postura crítica frente a lo que él llama la «religión organizada» o el sistema institucionalizado de la fe.
Su enfoque llamado pyrotheology postula que la fe no debe reducirse a un conjunto de creencias institucionalizadas o dogmas estáticos, sino que debe entenderse como una forma de vida que abraza la duda, la transformación y la praxis crítica.
En ese sentido, su pensamiento hace eco de lo que dice Graciela Abinader al señalar que «la religión organizada» en su país está fallando en cumplir con una interpretación reflexiva de los textos sagrados.
Aunque Rollins trabaja especialmente dentro del cristianismo posmoderno, su crítica trasciende denominaciones y apunta al modelo institucional de la religión.
La Universidad de Notre Dame, donde cursó estudios Graciela Abinader Arbaje, es una de las instituciones católicas más prestigiosas del mundo y un referente académico en teología y humanidades.
Fundada en 1842 por la Congregación de Santa Cruz, combina la investigación científica con una profunda tradición espiritual. Su Departamento de Teología figura entre los mejores de Estados Unidos según U.S. News & World Report y QS Rankings, reconocido por su rigor intelectual y su apertura al diálogo entre fe, razón y cultura contemporánea.
Desde allí se promueven estudios bíblicos, ética, filosofía religiosa y pensamiento cristiano moderno de alcance global.
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