
El mundo entero amanece hoy con el alma en silencio.
Ha partido a la eternidad el Papa Francisco, el hombre que convirtió el papado en una misión de ternura, valentía y cercanía. Desde aquel 13 de marzo de 2013 en que apareció con humildad en el balcón del Vaticano, supimos que su pontificado sería diferente… y lo fue.
Francisco fue más que un Sumo Pontífice: fue voz de los pobres, consuelo de los afligidos, esperanza de los descartados. Nunca se alejó del pueblo. Rechazó lujos y protocolos para abrazar lo humano, lo sencillo, lo real. Vivió como predicó: con los pies en la tierra y el corazón en el cielo.
Durante 12 años de pontificado, su preocupación constante por “los más desarrapados del país y del mundo” –como él solía decir– marcó cada discurso, cada encíclica, cada gesto. Defendió la dignidad de todos, promovió la justicia social, denunció la indiferencia y nos habló al alma con palabras simples pero poderosas.
Su legado está sellado con obras vivas: Laudato si’, el Año de la Misericordia, la reforma de la Curia, su histórica defensa de los migrantes, su clamor por la paz en cada rincón del planeta. Fue el pastor que bajó al barro, que no temió mojarse los pies ni tocar el dolor ajeno.
Desde elmismodiario.com – La Voz del Pueblo, elevamos nuestra gratitud por su entrega y por enseñarnos que una Iglesia viva no se mira al espejo, sino que sale a las calles.
Despedimos con honor a un líder espiritual que se atrevió a incomodar al mundo para reconciliarlo con lo esencial: el amor, la justicia y la dignidad humana.
Gracias, Francisco.
Tu voz sigue siendo la del pueblo.
POR: REDACCION EL MISMO DIARIO