
El presidente Luis Abinader ratificó hoy en una cadena de radio, televisión y redes sociales que la frontera con Haití, cerrada desde el viernes, será reabierta solamente cuando se detenga en territorio haitiano la construcción del canal «ilegal» en el río Masacre o Dajabón.
La situación allí en la frontera «está controlada» y «no existe ninguna amenaza para el desarrollo de las actividades cotidianas de la población dominicana», remarcó y repitió que la ciudadanía «puede estar tranquila, porque no existe ninguna amenaza para el desarrollo de sus actividades cotidianas en todo el país. La paz y la seguridad en la República Dominicana están garantizadas”.
El jefe de Estado planteó tres preguntas sobre la situación actual en la frontera: «¿Cómo hemos llegado hasta aquí?, ¿Por qué hemos tomado medidas? y ¿Por qué es importante mi viaje a la Asamblea General de las Naciones Unidas de esta semana?».
Sobre la primera, recordó que en agosto de 2018 ciudadanos haitianos «iniciaron la construcción unilateral de un sistema de riego, abastecido por las aguas del río Masacre, con el doble objetivo de irrigar grandes plantaciones y vender el agua a pequeños productores».
Se trató de una «construcción inconsulta e ilegal del canal» que a partir de abril de 2021 se retomó y se aceleró por lo que un mes después se exigió a través de la Cancillería «la inmediata paralización de la construcción unilateral del canal», la que hace unas semanas se reinició a cargo de «los mismos agentes provocadores de siempre».
Agregó que su empeño es «impedir que sequen nuestros ríos, que talen nuestros bosques o extingan nuestra fauna» y alertó que el canal ahora en construcción en Hitý y muy cerca de la frontera «puede conducir a una escalada de construcciones que acabarían con el río».
Recordó que el 88% del caudal del río fluye por territorio dominicano y que el canal podría afectar el caudal «en la zona baja perjudicando unas 14 mil tareas de terreno cultivable en territorio dominicano y unas 10 mil en territorio haitiano, que benefician a 266 agricultores dominicanos y 125 agricultores haitianos”.
“Ante esta grave situación, que traspasa los propios límites del país vecino, llegando a afectar de forma directa a nuestros intereses y nuestros legítimos derechos, hemos entendido la necesidad de dar una respuesta contundente en legítima defensa contra los grupos incontrolables que no obedecen al orden constitucional haitiano ni reconocen los acuerdos bilaterales que rigen las relaciones fronterizas entre ambas naciones”, aseveró.
Sobre su viaje de mañana a EEUU para participar en la Asamblea General de la ONU, Abinader destacó que tiene la tarea permanente de seguir sensibilizando a la comunidad internacional para que vaya en auxilio de Haití.
“Por eso es importante mi viaje de esta semana, porque la solución definitiva está allá y no aquí. El problema de Haití ya no está en Haití, está en manos de la comunidad internacional”, subrayó Abinader.
República Dominicana seguirá solidaria con los haitianos, «pero sin olvidar que nuestra principal responsabilidad es defender los intereses del pueblo dominicano. Así lo hemos hecho siempre, así lo estamos haciendo, y tengan por seguro que así lo seguiremos haciendo”, sostuvo.
No obstante, subrayó que «no se trata de un conflicto entre dos pueblos, porque ni el dominicano ni el pueblo haitiano queremos la confrontación; lo que han demostrado nuestros pueblos es el deseo de vivir en paz».
«No deseamos ni buscamos una confrontación, pero sí estamos enfrentando a los incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití y que por sus intereses particulares ahora conspiran también contra la estabilidad de su gobierno y la seguridad de nuestros recursos hídricos”, denunció.
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