En medio de un profundo ambiente de tristeza, admiración, lluvia, lágrimas y música, fueron sepultados este martes los restos del reconocido cantante, compositor y músico Henry Hierro, una de las figuras más queridas y emblemáticas del merengue dominicano.
El cuerpo del artista fue enterrado en el Cementerio Las Mercedes, en su ciudad natal, San Francisco de Macorís, donde familiares, amigos, colegas músicos, empresarios, personalidades del arte y cientos de admiradores se dieron cita para darle el último adiós a quien marcó generaciones con su talento, carisma y amor por el arte.
Previo al sepelio, se celebró una solemne misa de cuerpo presente en la Iglesia Sagrada Familia, presidida por monseñor Francisco Ozoria, arzobispo de Santo Domingo, quien destacó en su homilía los valores humanos y espirituales del artista.
Durante la ceremonia , sus estudiantes de música de la Escuela Divina Providencia realizaron una guardia de honor, acompañados por figuras del arte y la cultura local, en un gesto de respeto y gratitud hacia quien fue su maestro y guía.
Entre canciones, flores y aplausos, se escucharon nuevamente las melodías que hicieron inmortal al intérprete francomacorisano. Temas como “Tus besos”, “Rosa blanca”, “¿Cuándo llegará?”, “Mentirosa”, “No me sigas más”, “Vamos a beber”, “Diente de oro”, “La banda”, “Déjame decirte” y “A millón”, formaron parte de los momentos más emotivos del homenaje, recordando el legado musical que Henry dejó grabado en el corazón de su pueblo.
Legado musical y humano
Henry Hierro fue integrante de la prestigiosa agrupación la gran manzana, que revolucionó y relanzo desde New York el merengue, posteriormente conformó la agrupación Los Hermanos Hierro, junto a su hermano Willy, con la que alcanzó fama nacional e internacional durante la época dorada del merengue. Más tarde, consolidó una brillante carrera como solista, destacándose por su voz poderosa y su estilo romántico que definió toda una generación.
Además de su carrera artística, Henry se dedicó a formar nuevas generaciones de músicos, siendo maestro de canto y composición en diversas instituciones educativas, entre ellas la Escuela Divina Providencia, donde inculcó disciplina, sensibilidad artística y amor por la música a decenas de jóvenes.
Su partida deja un vacío irreparable en la música nacional, pero también un legado de pasión, entrega y compromiso con la cultura dominicana.
“Henry fue un ejemplo de humildad y talento. Hoy la música dominicana está de luto, pero su voz vivirá por siempre en cada nota y en cada corazón”, expresó uno de sus colegas durante el acto fúnebre.
Señaló que el nombre de Henry Hierro permanecerá en la memoria colectiva de los dominicanos como un símbolo de autenticidad, alegría y orgullo francomacorisano, un artista que llevó su música por el mundo y convirtió cada escenario en una celebración de la identidad dominicana.
El maestro Henry Hierro, reconocido por su extraordinario talento y su aporte invaluable a la música tropical, fue uno de los arreglistas y productores más respetados de la República Dominicana.
Su genialidad quedó inmortalizada en los grandes éxitos de la legendaria orquesta La Gran Manzana, agrupación de la cual fue miembro fundador y artífice de su característico sonido que marcó una época en el merengue.
El cantante murió la mañana de este lunes 3 de noviembre, a las 7:35 a. m., tras una larga batalla contra el cáncer.
EL NUEVO DIARIO
