
María Alfonso Aponte Cotes
🌴 2 de agosto de 1921 – 2 de agosto de 2025
¡104 años de amor, raíces y ternura!
Hoy no es un día cualquiera.
Hoy celebramos 104 años de vida vivida con propósito, amor y entrega.
Mi tía, mi madrina, María Alfonso Aponte Cotes, a quien todos cariñosamente llaman Ñoña, cumple hoy más que años: cumple historia, cumple legado, cumple amor.
Nacida en El Soco, rodeada de cocoteros, caña, mangos, limoncillo, cajuiles, gallinas, pescados, mar y brisa, creció en una finca que era más que tierra: era hogar. Un espacio donde se cultivaban también valores, unidad y esfuerzo, bajo el nombre orgulloso de los Aponte Cotes, luego entrelazados con la familia Derich.
Ñoña es el último árbol de ese bosque familiar.
Todos los demás ya partieron a descansar junto al Señor.
Ella es el eslabón vivo que mantiene encendida la llama de nuestra historia, con su presencia serena, su ejemplo silencioso y su inmenso corazón.
Pero para mí, Ñoña es aún más.
Es la mujer que me bautizó, quien asumió con alegría y devoción su rol de madrina.
Fue quien, junto a mi madre, me celebraba cada cumpleaños con amor, dulzura y detalles que aún guardo en la memoria.
Ella estaba allí en cada vela encendida, en cada canto, en cada abrazo.
Estaba allí cuando comenzaba mi vida… y aún hoy, sigue estando.
Y en medio de tantas anécdotas, hay una que no se olvida:
Una de sus sobrinillas, apenas aprendiendo a hablar, quiso llamarla con ternura:
“Mi vida…”, pero su vocecita pequeña sólo pudo decir “Vivida… Vivida…”
Y así, sin saberlo, le dio el mejor nombre que pudo tener:
Porque Ñoña es eso: una vida bien vivida. Vivida con amor. Vivida para los demás. Vivida para nosotros.
🎂 ¡Feliz cumpleaños, madrina Ñoña!
Gracias por cada gesto, por cada abrazo, por cada cumpleaños que me diste.
Gracias por bautizarme, por guiarme, por quererme tanto.
Que Dios te bendiga, te guarde y te permita seguir dándonos la dicha de verte sonreír.
Con todo mi amor,
Rafael Deris Aponte._
