El río Higuamo es otro de los recursos hídricos que palidecen en el país, como resultado de las industrias y los asentamientos humanos que agreden el importante afluente.
Un cauce de oscuro color, basureros en sus orillas, aguas residuales y un ocasional hedor es lo que caracteriza el entorno de las comunidades Punta Pescadores, Barrio Blanco y Canta la Rana, ubicadas en riberas de la fuente acuífera, que se origina al norte de la provincia San Pedro de Macorís, en la Cordillera Oriental, y fluye hacia el sur donde desemboca en el mar Caribe.
Residentes de las referidas zonas visitadas por elCaribe explicaron que la principal razón de las turbias aguas del contaminado río se debe en principio por la gran cantidad de industrias en el entorno, las cuales, afirman, por años han sido reincidentes en verter residuos químicos que provocan daños e incomodidad a los comunitarios.
“El río Higuamo no tiene dolientes. Eso se pone a veces que aquí no se aguanta el bajo, hasta en los ojos uno siente que le pica. La contaminación que le tiran a eso, los tóxicos que usan esa gente (las industrias), no tienen planta de tratamiento, tiran el agua directa asimismo para el r[io”, manifestó Juan Osiris, quien se dedica a la pesca en Punta Pescadores, una de las zonas pobladas en la ribera del río.
Al momento de conversar con este medio sobre las condiciones del recurso hídrico en la zona, manifestó que las labores de pesca en el lugar redujeron de forma significativa con la proliferación de las industrias que emiten desechos que también afectan la fauna del afluente. “Antes, en una hora se podían pescar tres y cuatro libras de pescado que se podían comer pero, ahora tardan entre cinco horas sin encontrar peces o jaibas (…) Para mí que este río lo declararon una cañada industrial y no nos dimos cuenta”, dijo.
Indican que pese a autoridades y organismos internacionales por múltiples ocasiones han visitado la zona no se llegan a ejecutar las acciones que ofrecen para el completo saneamiento del río.
“Ellos (las autoridades) dicen que van a traer una planta de tratamiento, desde hace más de diez años, y nunca han instalado nada. Aquí todo se queda en el olvido”, aseguró Domingo Rafael.
Cúmulo de basura
Sumado a los contaminantes de las industrias, el cúmulo de basura en varios puntos es otro de los problemas que agudiza la situación del río Higuamo. Aunque sus moradores reconocen el agravio que ocasionan los vertederos que han improvisado en las cercanías del afluente, consideran no tener más opción por la falta de continuidad en la recogida de los desechos por parte del gobierno local.
“Los camiones no vienen, antes venían y ahora no y uno no haya qué hacer con la basura. La juntamos ahí (en la orilla del río) y le pegamos fuego. Aquí los muchachos no se les quita una alergia.”, comentó Carolina Rosario, residente en Barrio Blanco.
Durante el recorrido de este medio por el sector se puedo observar, el paso de un trimoto (motor de tres ruedas) destinado para la recolección de la basura, pero indicaron que estos no han dado abasto para recolectar la gran cantidad de basura que se genera entre los habitantes.
Para Jesús Vidal, asesor de la Junta de Vecinos, además de los pocos vehículos recolectores la poca de educación de los moradores en el cuidado del río permite que la mayoría no tenga conciencia para evitar esta negativa práctica.
“A los moradores de este sector se les hace muy incómodo subir hasta allá. El camión pasa por la central nada más. Pero, nosotros hicimos un levantamiento, limpiamos todo esto aquí y más arriba pero no hay educación. Necesitamos que nos lleguen más trimotos, por lo menos tres veces a la semana. Las personas que guarden su basura en bolsas y cuando vengan ahí estaremos limpios porque saben que van a pasar”, comentó Vidal.
Los comunitarios han improvisado vertederos a orillas del río.
Condiciones del Río Soco
A diferencia del panorama anteriormente descrito, el río Soco, otro de los afluentes que recorre la provincia San Pedro de Macorís, se vislumbró con disminuido nivel de contaminación. En Boca del Soco, los residentes afirman que han consensuado en mantener protegido la fuente acuífera desperdicios para impulsar la zona como un destino turístico.
“Hasta ahora este río está en perfectas condiciones, aquí no se le tira basura. Cuando el río crece si le baja basura del Seibo y otros lados pero lo limpiamos de una vez. Aquí vienen de las universidades hasta tres y cuatro veces a hacerle la prueba de contaminación a esta parte (próximo a su desembocadura en el mar) y en el puente y siempre queda en primer lugar”, aseguró Carlos Rafael, residente en Boca de Soco.
EL CARIBE