El mandatario agregó que la UE quiere «relaciones comerciales sostenibles, equilibradas y equitativas» para una «mayor prosperidad de nuestras respectivas poblaciones».
«El déficit comercial de la UE asciende a casi 400.000 millones de euros. Esperamos discutir e implementar medidas concretas para reequilibrar esta relación», aseguró.
Michel también señaló que China y la UE tienen «la responsabilidad de trabajar por la paz y la estabilidad» en un momento en que «Rusia continúa atacando a Ucrania y violando gravemente la Carta de las Naciones Unidas y la integridad territorial y la soberanía de Ucrania».
«Nos gustaría discutir la mejor manera de resolver esta situación y apoyar los principios del derecho internacional», señaló.
Asimismo, Michel mencionó la «trágica guerra» en Oriente Medio: «La situación humanitaria en Gaza es terrible. Queremos participar en la prestación de ayuda humanitaria y el apoyo a la solución de los dos Estados. La paz y la estabilidad son importantes en todas partes y esperamos que no haya una escalada regional».
«La relación entre la Unión Europea y China es amplia y madura. Deseamos demostrar franqueza, transparencia y respeto», concluyó.
Desde que China abrió sus fronteras a principios de año han pasado por el país, además de Von der Leyen en un viaje previo; el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis; la comisaria europea de Energía, Kadri Simson; el comisario de Mercado Interior de la Unión Europea, Thierry Breton, o el alto representante europeo para la Política Exterior, Josep Borrell, entre otros.
Desde 2019, han aumentado las voces en Bruselas que abogan por reducir los riesgos en la relación con China, entre los que Von der Leyen citó recientemente «la coerción comercial, el boicot de productos europeos y los controles de exportación de materias primas esenciales para bienes como semiconductores y paneles solares».
Las relaciones entre China y la UE se han deteriorado en los últimos años a raíz de desavenencias en torno a la invasión rusa a Ucrania, que Pekín ha evitado condenar, o la investigación anunciada por Bruselas sobre los subsidios del país asiático a los coches eléctricos.
EL NUEVO DIARIO