Los directores de varias agencias y organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, pusieron el grito en el cielo este viernes ante la desesperada situación humanitaria que se vive en la Franja de Gaza, sometida a más de un mes de asedio israelí.
En una sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó que de los 36 hospitales de Gaza solo hay 10 operativos, lo que supone apenas 1.400 camas.
«El sistema sanitario está al borde del colapso», recordó el etíope, que destacó que desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás ha habido cientos de ataques dirigidos contra hospitales, trabajadores sanitarios, ambulancias o pacientes.
Por su parte, el comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, remarcó que una de cada 57 personas que viven en el enclave palestino ha muerto o ha resultado herida en las últimas cinco semanas: «La situación es una pesadilla en vida».
Ambos recordaron también los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre, que marcaron el inicio del actual conflicto militar, y en los que murieron unas 1.200 personas y más de 200 fueron secuestradas, la mayoría civiles.
En los bombardeos israelíes desatados como represalia, al menos 11.000 palestinos han perdido la vida, la mayoría mujeres y niños, según datos de las autoridades gazatíes.
«Todas las partes de cualquier conflicto deben distinguir en todo momento entre civiles y combatientes, y entre objetivos civiles y militares», recordó Türk.
Martin Griffiths, el jefe humanitario y coordinador de la ayuda para emergencias de la ONU, hizo un listado de diez requisitos clave para aliviar las duras condiciones en el enclave, que pasan por asegurar el suministro de ayuda, incluido el combustible, y la entrada segura de trabajadores humanitarios.
También destacó que, de momento, la ONU apenas ha recibido 132 millones de dólares de los 1.200 que ha solicitado para hacer frente a la situación en Gaza.
Por último, reiteró su llamamiento a un alto el fuego. «Llámenlo como quieran, pero el requisito, desde un punto de vista humanitario, es sencillo: detener los combates para permitir a los civiles desplazarse con seguridad», explicó.
EL NUEVO DIARIO